El origen de la vida en la tierra es un tema que además de ser bastante complejo está aún en debate. La mayor parte de biólogos y Geólogos están de acuerdo que los procesos de serpentinización jugaron un papel muy importante en la creación de ambientes propicios para el desarrollo de la Vida. Este proceso químico consiste en el cambio de las propiedades de determinadas rocas (normalmente máficas) al entrar en contacto con grandes cantidades de agua. La serpentinización en las fuentes hidrotermales asociadas con la actividad volcánica es uno de los mecanismos más importantes para concebir un ambiente ideal para la aparición de la vida en la tierra primiginea.
Las fuentes hidrotermales terrestres están concentradas principalmente a los largo de las dorsales oceánicas, esto es, en las zonas donde se separan la placas tectónicas. Estas regiones se extienden a los largo de unos 80.000 km, aunque no toda esta longitud esta ocupada por fuentes activas, solo en sectores característicos. Cuando la tierra era muy joven geologicamente, es probable que la actividad hidrotermal en nuestro planeta fuera mas alta de lo que es hoy en día, y una parte considerable de toda la reciente corteza pudo estar sujeta a procesos de serpentinización.
Procesos de diferenciación en el interior de Encelado, los mecanismos interiores de circulación del agua hidrotermal, posibilitan el desarrollo de un ambiente propicio para la vida. La serpentinización de olivinos y su expresión mediante Geiseres en el polo Sur expulsan partículas de hielo, sales, y materia orgánica hacia el espacio exterior.