Si analizamos con detenimiento el comportamiento del sistema solar, podemos detallar que tiene un movimiento como un complejo mecanismo de relojeria, donde todos los cuerpos que lo componen influyen en los demás, y sus posiciones y periodos de movimiento se ajustan de una manera mecánica y siguiendo unas pautas muy concretas, al mecanismo de relojería que se explica. Algunos ejemplos de este interdependencia de los cuerpos del sistema solar los podemos detallar en:
* El momento angular especifico de cada planeta, el cual es proporcional al radio de la órbita.
* La velocidad angular del astro, la cual aumenta con la masa. Todos los demas planetas cumplen esa dependencia masa-momento angular especifico de manera bastante buena, excepción hecha en Mercurio y Venus, que debido al efecto de marea provocado por el sol, se han disociado de esta ley.
*Las dependencias entre las velocidades de rotación y la cercanía al cuerpo al cual giran, traducidas en resonancias orbitales, hacen que los periodos de rotación y traslacion para planetas (y satelites), mantengan una proporción que puede expresarse por números enteros . Por ejemplo, en el caso de la Luna y la tierra la resonancia esta en 1:1 donde, el movimiento de traslacion de la luna es igual al de rotación. Entre Mercurio y el Sol la resonancia es de 3:2...etc...
* La otra relación mecánica que le da titulo a esta entrada esta la relación de los planetas con respecto al Sol, y de los satélites respecto a los planetas. En 1772 el alemán Daniel Titius se percató de que cada planeta se halla casi al doble de distancia del Sol que el anterior, pudiendose establecer un relación numérica entre estas distancias. Seis años despues Elert Bode le dio mas alcance a esta elucubración, razon por la cual en la actualidad se le conoce como ley de Titius-Bode. Consiste básicamente en una progresión geométrica que empieza por el numero 0, continua con el 3 y, a partir de este término, la cantidad se va duplicando, en una extraña versión de la sucesión de fibonacci:
0;3;6;12;24;48;96;192...
A su vez, sumamos cada una de ellas el valor de 4 y se tiene:
4;7;10;16,28;52;100;196...
Si ahora dividimos por 10 cada uno de los términos que se obtienen resulta la siguiente serie:
0.4; 0.7; 1.0; 1.6; 2.8; 5.2; 10.0; 19.6; ....
Cada uno de los anteriores números representa la distancia de los planetas conocidos en el tiempo de Titius (hasta saturno), expresados en Unidades Astronomicas (UA). El descubrimiento de Urano comprobó esta regla pues el planeta esta efctivamente a 19.6UA. El valor de 2.8 corresponde a la orbita que sigue el planetoide (¿Asteroide?) Ceres.
Sin embargo, el hallazgo de Neptuno supone la primera desviación a la ley de Titius-Bode, pues la distancia a la que esta es de 30UA, algo mucho menor frente al predicho de 38UA, y algo peor es el de Plutoón, cuya distancia real es de 39UA frente al predicho de 77UA.
La conclusión se la dejamos al lector.
Fuentes.