La sonda rusa Venera 3 fue en 1966, la primera que logró atravesar la atmósfera de Venus. En 1970, la Venera 7 consiguió posarse por primera vez, en aquel suelo y transmitir datos durante 23 minutos: las posteriores sondas Venera 8, 9 y 10 fueron capaces de "sobrevivir" durante un tiempo más a los caóticos y fuertes ataques de los componentes atmosféricos, la presión y al intenso calor superficial, enviando, además de las primeras fotografías de la superficie de este mundo. En los siguientes aterrizaron otras 6 naves hasta completar una serie de 16. Sumadas a las anteriores, en 1983 se enviaron las misiones Vega 1 y 2 que liberaron dos globos sonda, que durante 3 días, estuvieron estudiando y enviando datos acerca de la composición de la atmósfera.
La superficie de Venus Vista por la Venera 9 en 1975.
Venus tiene la particularidad de ser el planeta que está próximo más a nosotros, es decir, las distancia desde la tierra a él es de 38 millones de kilómetros. Otra característica relevante a resaltar es su lenta rotación con sentido retrógrado (en el sentido de las agujas del reloj, justo al contrario de todos los planetas a excepción de Urano). Venus invierte 243 días terrestres en dar una vuelta sobre sí mismo, y 225 días terrestres en su movimiento de traslación alrededor del Sol. Como su eje de rotación está casi perpendicular a su órbita, en Venus no existen estaciones y un día allí es casi como todo un año.
Con respecto a la relación comparativa entre el tamaño de la Tierra y Venus podría decirse que son planetas casi gemelos, de tamaños muy similares (el radio de Venus es de tan solo 285 km menor que el terrestre), sus posiciones al Sol son muy próximas, composiciones químicas primitivas parecidas, dotados ambos de atmósfera, campo gravitatorio y velocidades de escape muy similares. Precisamente estos dos últimos parámetros hacen que Venus tenga una alta capacidad para retener los gases y formar una densa capa nubosa.
Venus y la Tierra como dos planetas Hermanos
Observado con el telescopio nos ofrece una imagen brillante al máximo, tiene el mayor poder reflectante conocido del todo el sistema solar, pues absorbe solo el 30% de la radiación que recibe del Sol. Por debajo de aquella densidad de nubes existe un ambiente abrasador de 460°C de temperatura superficial, una presión de hasta 90 atmósferas y la presencia en su atmósfera de sustancias muy nocivas (ácido sulfúrico, entre otras) cuyo poder corrosivo es difícil de soportar.
Imágenes de la atmósfera de Venus obtenidas con el instrumento VITRIS (Ultraviolet, Visible and Near-Infrared Mapping Spectrometer) a bordo de la Venus Express
Con los datos enviados por las Venera se logró identificar entre otros componentes, y por orden de mayor a menor contenido, Dióxido de Carbono, Nitrógeno, Agua, Gases Sulfurosos (Sulfuro de Hidrógeno y Sulfuro de Carbonilo) y algunos gases nobles (Argón, Xeón, Neón y Helio) que vienen a ser en aspectos similares los gases que son expelidos por los volcanes en la Tierra, todo esto puede ser un paso sugerente hacia un teórico Vulcanismo Activo que explique el origen de estas nubes sulfurosas.
Patrones nubosos en la alta atmósfera de Venus con el instrumento VITRIS, (Ultraviolet, Visible and Near-Infrared Mapping Spectrometer) a bordo de la Venus Express
Analizando la atmósfera desde el suelo hacia arriba, vemos algunas notables diferencias respecto a la atmósfera terrestre. La troposfera Venusina llega hasta unos 60 km mientras que la terrestre no sobrepasa los 10 km; las nubes en la tierra se forman desde el nivel del suelo hasta unos 8 Km, mientras que en Venus no se ven hasta que alcanzan los 48 Km.
Según datos proporcionados por las Venera, entre los 90 y 60 Km de altitud (desde el suelo), se encuentra una capa brumosa compuesta principalmente por SO2 (dióxido de Azufre), y también nubes compuestas principalmente por ácido sulfúrico concentrado, en forma de partículas esféricas muy pequeñas del orden de 3 micrómetros, tamaño que se va incrementando en la medida que se desciende llegando hasta los 8 micrómetros; también se encuentran en pequeñas cantidades ácido Clorhídrico (HCl) y fluorhídrico (HF).
Mosaico superficial de uno de los Hemisferio de Venus obtenido a través de los datos enviados por la sonda Magallanes.
A los 48 a 32 km aparece de nuevo una bruma constituida principalmente de SO2 y Azufre como polímero en partículas muy pequeñas. Luego aparece un hecho curioso y es que después de los 30 km hasta el suelo, se detecta un ambiente atmosférico muy transparente, no podemos alcanzar a imaginar como sería este tipo de transparencia, pero hablamos de ausencia de brumas de Ácido sulfúrico y dióxido de carbono, pero donde la presencia de Nitrógeno es el principal componente en este nivel atmosférico.
Características de los Vientos y nubes en Venus.
La temperatura hacia el seno de las nubes oscila entre los 100°C en la base de la capa mas baja ( entre los 48 km de altitud), y los 10°C aproximadamente en lo alto de la cima (a unos 70 km). En la parte superior por fotodisociación, el SO2 junto con el agua forman ácido sulfúrico (H2SO4). Que se va condensando en partículas que se precipitan hacia las partes inferiores, y es aquí donde el fuerte calor vuelve a descomponer el ácido sulfúrico en SO2 y H2O que provoca su evaporación y las devuelve a las altura donde se repite el ciclo, dado lo anterior el suelo nunca recibe precipitaciones.
Diagrama de la variación de Temperatura en la atmósfera de Venus
La opacidad de la nubes se deben a su espesor y no a su densidad lo cual constituye un factor determinante en el clima de Venus, la capa que envuelve al planeta deja pasar la mayor parte de la radiación solar que calienta el suelo, pero es muy opaca a la radiación infrarroja que la deja retenida en el suelo y las nubes que provoca un recalentamiento de la superficie, es decir, el manto gaseoso impide que el calor expedido sea de nuevo devuelto al espacio, esto como ustedes saben se denomina efecto invernadero.
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